En el post anterior comentamos un poco acerca de los requisitos técnicos que debe poseer un Director de Proyectos con base en el libro del autor Gary R. Heerkens denominado "Gestión de Proyectos" y claro nos referimos en esa ocasión a los dos primeros requisitos. Hoy hablaremos acerca de otros dos requisitos fundamentales: técnicas de gestión tecnológica y rasgos de la personalidad positivos.
Técnicas de Gestión Tecnológicas
La mayor parte de los proyectos poseen una "tecnología arraigada" o por decirlo de otra forma áreas de proceso o de tecnología que constituyen la base fundamental del proyecto. Para el caso de las obras de construcción podemos citar a manera de ejemplo: el sistema de encofrado deslizante para el colado de la cara de concreto en una represa de enrocado (CFRD), o el sistema de fijación de dovelas prefabricadas en un túnel que es excavado mediante una máquina tuneladora (TBM), etc. La capacidad que posea el director de proyectos para orientar y coordinar la aplicación de estas tecnologías será crucial para el éxito del proyecto. Es recomendable que el director de proyectos tenga los conocimientos y técnicas suficientes en la tecnología primaria que da soporte al proyecto. Entre estas técnicas de gestión tecnológica figuran las siguientes:
Son muchos los estudios realizados para establecer la relación entre los rasgos de la personalidad y el éxito del director de proyectos. Aunque los resultados obtenidos varían ligeramente, los rasgos más habituales son: honradez e integridad, pensar en términos generales, gran tolerancia de la ambigüedad, gran tolerancia de la incertidumbre, persuasión, energía y agresividad, orientación al proceso, autoconsciencia/reflexión, mentalidad abierta y accesibilidad, astucia política y decisión.
De estos rasgos de la personalidad, el autor del libro "Gerencia de Proyectos", Gary R. Heerkens considera fundamentales los cuatro siguientes:
- Dominio de la tecnología fundamental (primaria) del proyecto.
- Dominio de las áreas tecnológicas de apoyo.
- Conocimiento del sector.
- Capacidad para preparar especificaciones técnicas completas.
- Técnicas de diseño.
- Conocimiento del producto.
- Conocimiento del proceso.
- Gestión de la propiedad intelectual.
- Conocimiento de patentes.
Son muchos los estudios realizados para establecer la relación entre los rasgos de la personalidad y el éxito del director de proyectos. Aunque los resultados obtenidos varían ligeramente, los rasgos más habituales son: honradez e integridad, pensar en términos generales, gran tolerancia de la ambigüedad, gran tolerancia de la incertidumbre, persuasión, energía y agresividad, orientación al proceso, autoconsciencia/reflexión, mentalidad abierta y accesibilidad, astucia política y decisión.
De estos rasgos de la personalidad, el autor del libro "Gerencia de Proyectos", Gary R. Heerkens considera fundamentales los cuatro siguientes:
- Pensar en términos generales. Deben los directores de proyecto pensar siempre en términos panorámicos (globales), esto sin duda plantea un desafío para quienes están acostumbrados a enfocarse en ideas más específicas; aunque se requiere conocimientos en muchas áreas, lo esencial es prestar atención y cuidar de todo y de todos.
- Gran tolerancia de la ambigüedad. Este rasgo o competencia resulta complejo si se está orientado técnicamente, a menudo se reciben señales o datos contradictorios; en tales casos el director de proyectos deberá desarrollar procesos para inducir o descubrir la verdad y reducir así la información sin sentirse frustrado. Sin lugar a dudas una tarea difícil.
- Gran tolerancia a la incertidumbre. La mayoría de los individuos provenientes de las áreas técnicas están acostumbrados a la precisión. Para el director de proyectos, la norma consiste en tomar múltiples decisiones sin disponer de la suficiente información. Se debe habituar a tomar decisiones aceptables, no perfectas.
- Honradez e integridad. Sin bien se trata de virtudes evidentes, en todos los estudios realizados sobre rasgos de la personalidad más admirados o deseados en los líderes, la honradez y la integridad siempre figuran en lo más alto de la clasificación. Una de las mejores cartas de recomendación de un director de proyectos consiste en que se le conozca por hacer lo que ha dicho que hará.
Juntos, la combinación de las técnicas duras, técnicas blandas, competencias funcionales y los rasgos de la personalidad componen la materia prima (fundamental) de la capacidad global del Director de Proyectos.
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