La Dirección de Proyectos
Ahora bien supongamos que hacemos lo siguiente; extrapolamos la teoría de las ventanas rotas a la Dirección de Proyectos el concepto o hipótesis principal sería el siguiente: "Si se comete una falta en los procesos de Dirección de Proyectos, sin seguir los estándares establecidos previamente en una organización, se omite o elabora mal un producto y nadie lo nota y lo corrige a tiempo, muy pronto existirán muchos más productos omitidos o mal elaborados."
Es decir, si un grupo de trabajo exhibe señales de indolencia y esto no parece importarle a nadie, entonces allí comenzará el desorden.
Resulta ser que en las organizaciones con las mejores prácticas se encuentran problemas de calidad, ya sea por omisión o por defecto. ¿Es que acaso existe algo difícil de percibir que logra acumularse hasta llegar a ser un problema de gestión del proyecto? La respuesta en la mayoría de los casos o situaciones es sí. Los problemas de la Dirección de Proyectos así como muchas otras disciplinas inician con pequeños detalles. Existen dos tipos de escenario básico en los que se desarrolla un proyecto; a saber:
- Escenario A: Organización sin procesos formales de trabajo establecidos.
- Escenario B: Organización con procesos de trabajo institucionalizados.
El "escenario A" puede ser comparado con el del Bronx y el "escenario B" con el de Palo Alto. Por tanto y de forma análoga con la teoría de las ventanas rotas, en ambos escenarios puede ocurrir el mismo fenómeno de desorden. Este es un fenómeno natural que tiene su explicación en el principio de la entropía. En Administración, la entropía es la tendencia al caos o desorden. En las organizaciones los fenómenos entrópicos se generan principalmente por las relaciones informales dentro de esta, es decir, por las personas.
En la tercera y última parte de este artículo comentaré algunos aspectos para la solución del problema de fondo.
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